Así nació la iniciativa "Desarrolladoras: brechas, trabajo y formación en el mundo de los videojuegos", una propuesta desarrollada en colaboración con la UNESCO, la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de Argentina (ADVA), Globant, Mujeres en Tecnología y Women in Games Argentina.

El recorrido comenzó en septiembre con la organización de una GameJam, un desafío en el que los equipos desarrollan un videojuego de una misma temática, en un tiempo limitado. Para desarrollar esa actividad se trabajó con dos provincias: Córdoba, la segunda en cantidad de emprendimientos de videojuegos, y Tucumán, donde existe un gran crecimiento del sector.

El segundo paso fue el MeTCamp, un curso virtual de desarrollo de videojuegos no code y low code organizado por Mujeres en Tecnología y orientado a generar capacidades en diseño, programación y narrativa en distintas plataformas. 

En paralelo, las participantes recibieron una capacitación en inglés de base tecnológica, con el objetivo de propiciar una base sólida de vocabulario técnico y entrenamiento de la comunicación oral y escrita para un entorno laboral que lo demanda.

El programa continuó con charlas virtuales a cargo de mujeres referentes de ADVA que pusieron el foco en distintas herramientas de emprendedurismo, promoción y vinculación comercial aplicadas a la industria de los videojuegos.

También se realizó un Internship Day en las oficinas de Globant en Córdoba y Tucumán, una jornada de intercambio y capacitación con profesionales de la empresa, que lleva adelante su Proyecto Gema, una iniciativa que precisamente busca reducir la brecha de género en el gaming y los e-sports.

Un grupo de inscriptas en las GameJams y los cursos participó de la Exposición de Videojuegos Argentina (EVA) 2024, que organizó ADVA, del 23 al 26 de octubre. En ese marco, el panel titulado “Videojuegos sin estereotipos”, coordinado por el CFI, permitió seguir discutiendo la situación de las mujeres en la industria argentina de los videojuegos.

El sector de los videojuegos es uno de los de mayor crecimiento dentro de las industrias culturales y un actor clave en la economía basada en el conocimiento. Con un alto potencial exportador, este sector presenta una demanda de mano de obra especializada en diversas áreas.